Marzo 2011 – Amalaya 2009 y Marqués de Riscal Reserva 2005

Una vez más la mesa nos encuentra reunidos para disfrutar de una nueva Velada Etílica.
Fecha bastante particular ya que coincidimos con el Día de San Patricio (17 de marzo) y por ello decidimos que además de los vinos ibamos a degustar un Blend de whisky de 21 años como el famoso Juancito Caminante: Johnnie Walker Blue Label.
Para esta reunión habíamos pensado en volver a los orígenes, donde la tabla era más simple y saboreábamos un único ejemplar. Estaba todo dispuesto para ello, pero a último momento sumamos un integrante a la reunión: Matías, primo mío y compañero de Maxi en ediciones anteriores de San Patricio.
Si bien Matías no es amante ferviente del vino, aprovechamos la ocasión para agregar a la velada la degustación de un ejemplar de Amalaya 2009, que nos obsequió Fernando de Mr. Wines, en botella de 375cc. 
El caldo principal de la noche ha sido un Reserva 2005 de los Herederos del Marqués de Riscal. Un vino español, de Rioja, con DOC (Denominación de Origen Controlada) que ha obtenido 90 puntos de Robert Parker entre otras menciones.
Como ya habrán leído en la edición de Noviembre 2010, habíamos adquirido oportunamente algunos ejemplares por un pedido especial, que fueron provistos por el importador y distribuidor en Argentina de estos vinos: Distra Activesea
Los quesos seleccionados para la ocasión fueron: Brie Cordobes, Mozzarella Ahumada La María Pilar, Holanda La Serenisima, y Regianitto Tregar.
Infaltables, jamón Torgelón y Prosciutto di Parma.
En cuanto a las bruschettas, preparamos tres variedades: Capresse (con mozzarella ahumada), manteca y anchoitas calabresa y pasta de berenjena.
Por otra parte armamos unos pinchos capresse (conseguimos los palitos largos de brochettes), y en casuelitas, anchoitas calabresas, aceitunas verdes rellenas de jamón cruno de Olivas de Pedro, aceitunas negras, y pavita en escabeche que Maxi compró en De La Uva.
La preparación (Preparen)
Salimos de la oficina camino al Progreso ya que nos faltaba comprar el crudo, el Brie y las aceitunas negras. El tránsito estuvo insoportable, pero tal como nos dijeron antes de salir de la oficina, se nos notaba en la cara la felicidad de haber llegado al Wine Day, y por eso no importaba el transito. 
Luego de la escala en el mercado de Primera Junta, seguimos rumbo a El Cañón para hacernos del pan (ingrediente fundamental) y cosas dulces para degustar con el café.
A esta altura, Matías que estaba en el auto con nosotros (vive cerca de casa y siempre que hay reunión lo alcanzamos) todavía no sabía que sería parte de la velada. Camino a su casa, lo invitamos y obviamente, aceptó. Fuimos hasta su domicilio a buscar la cámara de fotos y finalmente arrivamos.
Maxi dio comienzo al proceso de cortes y yo a la preparación de las bruschettas.
El Holanda se cortó en bastones y el resto de los quesos en cubitos. 
Las dos variedades de jamón, como siempre, en rollitos. En el centro de la tabla, un surtido de frutas secas y pasas.
En platos individuales las bruschettas. En un bowl los pinchos capresse y en cazuelitas las anchoitas, las aceitunas y el escabeche.
Durante todo el proceso de preparación que, leyéndolo parece algo simple, Matías dijo «Ah, pero todo esto no se ve en el post». La labor de Maxi al mando de la cuchilla es mas que importante y destacable para que cada reunión sea especial.
Finalmente, el pan en la panera, el mantel estirado, los individuales colocados, las copas en la mesa y todo listo para dar comienzo a la reunión.
El descorche (Apunten)
Con todo lo necesario en la mesa, descorchamos ambas botellas. En esta oportunidad, no hicimos uso del decanter ya que preferimos saborear el Riscal sin decantar para ver su evolución en botella. Pero si lo descorchamos al principio para que se vaya aireando.

Luego iniciamos el servicio del Amalaya (que sus 375 cc cubrieron perfectamente la ronda de 3 copas) y realizamos el despliegue fotográfico.

Brindis y degustación (Fuego)
Una vez ubicado los comensales en la mesa, se brindó «por la billetera mas gorda» y tal como lo indica el subtitulo de la sección, se escuchó la voz de «Fuego» como señal de ataque.
El Amalaya 2009, de bodegas Colomé, es un Blend compuesto por 75% Malbec, 10% Cabernet Sauvignon, 10% Syrah, 5% Tannat. A juzgar por la etiqueta, nunca lo hubiese comprado, ya que particularmente no me gusta el color azul de la misma. Sin embargo, las apariencias engañan. Los pingo se ven la cancha y este Amalaya me sorprendió. 
De profundo color púrpura, con aromas florales y un perfil de cereza y frutilla, con toques de pimienta, y con sabor a ciruela sobre un fondo dulce con notas a tierra mojadas. En boca entra suave y da una sensación sedosa que lo hace persistente.
Un vino que volveré a tomar, compartiendo un asado o pastas seguramente, pero en su presentación de 750 ml. para ver como evoluciona en botella.

Luego le tocó el turno al Riscal compuesto por Tempranillo en un 90% y una combinación de Graciano y Mazuelo del 10%.
A la vista un color cereza oscuro.
En nariz fruta madura, muy cerrado y complejo al principio, casi sin sentir la fruta y predominando los aromas tostados. 
En agite y luego de dejarlo evolucionar en copa, aparece la fruta roja.
En boca frutal y fresco, redondos, con muy buena acidez.
A diferencia de la vez que lo tomé sin aireo, no me pareció tan alcohólico. 
Sin duda un vino para el gran disfrute.

El maridaje
De este tema no hay mucho por aclarar ya que casi todos los ingredientes habían sido probados y comentados anteriormente. 
El descubrimiento y la diferencia la marcó la mozzarella ahumada que ni bien le quitamos el envoltorio, nos recordó al Canut Ahumado que probamos en abril del 2010.
Otro punto ganado fue para las aceitunas rellenas de jamón crudo y para la pavita en escabeche.
El ranking de los quesos de la fecha: Brie, Reggianito, Mozzarella ahumada, y Holanda.
El postre
Por supuesto, no podía faltar el café Nespresso en la velada. 
Esta vuelta, igual que en la reunión anterior, estuvo acompañado de cucuruchitos rellenos y bañados, coquitos con dulce de leche y alfajorcitos de chocolate (negro en lugar de blanco).
En cuanto a los crus seleccionados: Maxi tomó un Kazaar (edición limitada), Matías un Volutto, y yo tome primero un Fortissimo Lungo y luego un Kazaar.

El cierre
A modo de cierre de la velada y con motivo del festejo de San Patricio, si bien la fiesta es irlandesa, Maxi trajo para compartir uno de los mejores blends de whiskies escoseces.
Johnnie Walker Blue Label (Etiqueta Azul – 21 años) es el más alto blend de la marca que originalmente sólo se le ofrecía a la realeza británica. Es un compuesto de 40 whiskies hechos en destilerías que ya no existen, cada uno añejado hasta unos 50 años. En siete años se dejará de producir; cada botella viene en una caja con un número de serie escrito a mano y su historia.
Tal como lo describió Matías, es como estar tomando «perfume».

Y como no podía faltar en semejante velada etílica, finalmente estiré el tapete sobre la mesa y desafié al lente de la cámara con unos efectos con cartas y monedas, que aquí comparto con todos ustedes.
Luego de semejante despliegue, y con ganas que llegue la reunión de abril (esto de escribir las reuniones y revivir el momento me mata), llega el momento de la despedida y en esta ocasión el saludo final será un homenaje a los hermanos Warner, con su clásico cierre al mando de Porky: 
«That’s all Folks!»
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3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Impresionante!!!! Que lindo cada tanto volver a los origenes!! Muy bueno todo!!!.

  2. Anónimo dice:

    Muy Bien chicos!!! barbaros los trucos, infaltables….. no me deja de sorprender.Saludos y hasta el siguiente encuentro…..

  3. Anónimo!! Gracias por comentar y seguirnos mes a mes. Un abrazo

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